lunes, 26 de octubre de 2009

Entrevista, Andrea Balency


Con expectativa esperé los actos que Andrea Balency Trío y los Camiches tenían preparados para esa noche en el Bataclán. Me pareció extraño que ese lugar diera cabida a estos grupos, pero como ya se ha visto, la ocupación de espacios alternos como foros puede ser una buena opción. Este sitio es reducido de espacio pero cuenta con lo indispensable para poder disfrutar de un concierto íntimo. Después de varios minutos de espera y realizados los últimos ajustes de sonido comenzó la presentación del trío abridor de Au Revoir Simone en el Lunario. Al igual que esa noche la gente no dejó de prestar atención a la música tocada por Andrea, Miguel y Jerson quienes recibieron gritos y aplausos -incluidos los míos- del pequeño grupo de espectadores reunidos en el salón. Concluida su actuación dieron paso a Ram y Jorge, (Camiches) que se llevaron una muy buena repuesta por parte de la asistencia debido a su poderoso acto, pero esa es otra historia y deberá ser contada después.
Al finalizar el performance de estas dos bandas tuve la oportunidad de entrevistar a Andrea Balency, quien aclaró varias de mis dudas. Nació en París y desde los cinco años empezó a tocar el piano, residió en Argentina y fue ahí donde conoció al músico y compositor Lisandro Aristimuño quien influyó en su sonido y al que considera un gran amigo. Al preguntarle por qué se decidió por la música me contestó que fue una “evolución lineal”, que realmente no tuvo la oportunidad de racionalizar muy bien dicha decisión y que al voltear atrás se encontraba inmersa en el mundo de los pentagramas. Agradeció el invaluable apoyo de su madre, quien la incitó a seguir componiendo en momentos en los que Andrea se encontraba insegura, y con una expresión vehemente refrendó un agradecimiento más a la música clásica, a la que describe como colmada de emociones y como gran fuente de inspiración.
Le mencioné que al averiguar de ella en la red encontré un video con una coreografía musicalizada con su nombre y pregunté si se trataba de su trabajo, al afirmarlo mencionó un proyecto conformado por imágenes y música. La evocación de dichas imágenes se convierte en una bella y delicada improvisación que da forma a un espectáculo conjunto.
Durante su presentación hizo una pausa para aclarar que algunos temas interpretados estaban basados en, José y sus hermanos, una tetralogía bíblica de Thomas Mann. Recordando esa alusión decidí interrogarle acerca de la entrañable relación musical/literaria, la cual le resulta siempre fructífera, complementaria y necesaria en el proceso creativo. También mencionó la obra de Proust y la filosofía del siglo XX como otro germen de ideas.
Andrea encuentra en el arte honesto una verdad, un escape, y un mensaje para cambiar las cosas que halla negativas en la sociedad. Exhorta a seguir las pasiones y a trabajar duro para conseguir resultados; habla del amor y la otredad, imperantes para entendernos a nosotros mismos y a los demás.
Su música es reflejo de lo que dice, directa y alejada de muchos artificios. Verla arriba de un escenario siempre resulta una bella experiencia digna de compartir. Así les adelanto que en enero saldrá a la venta su EP formado por cinco tracks, titulado Mizraím, del cual estoy seguro, se desprenderán más palabras.

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