martes, 13 de octubre de 2009

Reseña, Miike Snow






De un par de años a la fecha el Salón Covadonga se ha convertido en un sitio sui géneris que alberga manifestaciones culturales que van, de la presentación de un libro, a incansables fiestas de música electrónica y distintas realizaciones en vivo.
Este recinto acondicionado resguardó uno de los actos más aplaudidos de este año, se trata del grupo Miike Snow, que no sólo llena un salón de capacidad moderada, también puede reunir a miles de espectadores en festivales, como ocurrió en la más reciente edición de Lollapalooza en la otra, “Bella Airosa”, ciudad de Chicago.
Después de dos prolongados sets a cargo de DJ Dancepunk –que no sabía si prestarle más atención a su celular o a sus desfasadas mezclas- y de los peludos, Wookies, que nos propinaron una madriza sonora -a mi gusto, pasadita de ecléctica- aparecieron en el escenario algunas siluetas que parecían estar dispuestas a interpretar una tragedia griega; vestidas todas de negro y con máscaras blancas, se acomodaron en sus instrumentos correspondientes para dar comienzo a la muy esperada actuación.
Alrededor de la media noche estos lóbregos enmascarados comenzaron a tocar las primeras notas de “Burial”, canción que se ha transmitido recientemente en la radio, después de la popularidad que les ocasionó, “Animal”, primer sencillo que sonó antes de que el álbum -cuyo título es homónimo al nombre de la banda- tuviera lugar en las tiendas de discos y en las virtuales también.
La música continuaba y aún con el disfraz puesto interpretaron una extendida versión de, “Black and Blue”, una de las favoritas de la noche y que en otras latitudes fungió como segundo single del aclamado disco.
Llegó el turno de “Silvia” que subió y bajó por largo tiempo, pero que a su vez, nos dejó claro que estos músicos y productores no se conforman con reproducir el mismo sonido de los tracks del disco, si no que también se arriesgan a jugar con el show, demostrando que dominan la fórmula para hacer piezas que se adhieren a nuestras cabezas y salen por nuestras bocas en forma de canto, silbido o sólo murmullo. Dicha algarabía no es para menos, ya que, los productores Christian Karlsson y Pontus Winnberg -conocidos también como Bloodshy and Avant- han sido responsables de varios éxitos de gente como: Madonna, Britney Spears, Kylie Minogue y otras personalidades de índole semejante.
El concierto continuó y hubo otros puntos altos cuando se escucharon, la muy coreada, “Animal” y “Plastic Jungle”, que a su vez dieron paso a ritmos más tranquilos y atmósferas más envolventes en el caso de, “San Soleil”. “In Search Of Main”, fue la última pieza ejecutada y en la que, uno a uno, los músicos fueron saliendo del escenario. La gente esperó unos minutos para ver si el grupo regresaba, pero no se trató de un encore. La música de la banda cesó pero la fiesta siguió para algunos que nos quedamos un rato más en el salón.
Después de una larga espera para entrar al lugar y otra más a causa de los aplazados sets, el entremés ofrecido por Miike Snow me dejó más que conforme y con ganas de seguirle los pasos.


1 comentario:

  1. Primal no se sileas este comment pero me gustaría ser el primero en bautizar este espacio del vox populi. No por el nexo familiar que tenemos te digo que la neta escribes mil veces mejor que otros que tambien tienen un espacio en los blogs. Tu reseña de royksopp fue muy buena a pesar de los que digamos Carlos y yo jaja

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